Qué significa Halt the Catch Fire
Halt and Catch Fire, conocida por el nemónico HCF, fue en origen una instrucción ficticia en código máquina que se decía estaba siendo desarrollada por IBM para su uso en sus computadoras System/360, junto con muchas otras instrucciones divertidas como “Execute Operator”.
En la actualidad, HCF se refiere a una instrucción en código máquina no documentada con efectos secundarios poco habituales, incluidas en el procesador con propósitos de prueba. Los usuarios que descubrían estas instrucciones se apropiaron de la antigua instrucción “Halt and Catch Fire” y su nemónico HCF como manera de expresar humorísticamente que la ejecución no deseada de tales instrucciones hace que el sistema deje de realizar sus funciones normales, aunque parezca estar muy atareado.
El viaje de Silicon Praire a Silicon Valley
La serie está ambientada en el Silicon Prairie de Texas en 1983 y representa una visión desde dentro de la revolución del ordenador personal.
Este drama gustará especialmente a los amantes de la informática y la tecnología, ya que precisamente se centra en el auge de los PC y la competición de las distintas empresas por hacerse un hueco en el mercado.
Parte de la historia que cuenta es cierta y está basada en hechos reales lo que, unido a su excelente factura, hacen que este drama sea uno de los visionados más recomendables para un maratón de 4 temporadas.
Todos contra IBM
‘Halt and Catch Fire’ es ficción, efectivamente, pero intenta recrear con toda la exactitud posible lo que estaba ocurriendo en la década de los 80. Por aquella época, IBM acababa de presentar su primer PC (el IBM PC 5150) que, en cuestión de meses, se convirtió en todo un éxito de ventas. No era el primer ordenador destinado al mercado doméstico (unos años antes había entrado en escena el Apple II) pero sí el primero que IBM diseñaba utilizando componentes de terceros (procesador de Intel, lector de diskettes de Tandon, etc.).
Necesitaban salir cuanto antes al mercado, y de ahí a que no tuvieran tiempo para fabricar los suyos propios. Lo único verdaderamente suyo era la BIOS, algo que les pasó factura poco después.
El éxito repentino de IBM pronto provocó que otros fabricantes quisieran su propio computador personal. En la serie es Cardiff Electric, una empresa ficticia con sede en Texas.
Si bien al principio nos presentan una compañía tradicional, gestionada a la antigua y temerosa de cualquier innovación, la llegada de Joe Macmillan lo cambia todo.
Macmillan es un personaje tan inteligente como misterioso: trabajó en IBM como ejecutivo de ventas, sí, pero luego desapareció durante varios meses hasta que le vemos conseguir un trabajo en Cardiff Electric.
¿Cómo conseguir que una empresa de tales características se arriesgue no sólo con un proyecto innovador sino incluso a llevarse una demanda millonaria? Para Macmillan es fácil: obligándoles. Por eso se hace amigo de Gordon Clark, otro empleado de Cardiff con una mente prodigiosa pero que se ve atascado en el día a día, tanto en su trabajo como en un matrimonio que no termina de funcionar (aquí el drama del que os hablaba, ¿veis?). Juntos planifican algo que para muchos sería imposible: conseguir clonar, mediante ingeniería inversa, la preciada BIOS del IBM PC.
Y vaya si lo consiguen, poniendo a Cardiff Electric en problemas. Ahora a la empresa no le queda más remedio que meterse en la fabricación de ordenadores personales y luchar contra un gigante que no perderá la oportunidad de macharcarles, como es IBM. Para librarse de una demanda millonaria (profundizaremos más sobre eso a continuación), Macmillan contrata a Cameron Howe, una joven rebelde pero nacida para moverse entre líneas de código. Y así comienza la serie: con tres visionarios del mundo de los ordenadores moviéndose en un ambiente hostil y luchando contra una de las compañías más potentes del momento. Promete, ¿verdad?
Compaq, la Cardiff Electric que existió en la realidad
Como decíamos antes, Cardiff Electric es una compañía ficticia, pero algo parecido sucedió en la realidad con otros protagonistas. Al igual que Cardiff en la serie, Compaq quiso meterse en el mundo de los ordenadores personales pero, además, portátiles y compatibles con el software que funcionaba en los ordenadores de IBM. Para ello, un grupo de ingenieros utilizó ingeniería inversa con la BIOS del PC de IBM. ¿Es legal esto? Sí y no, ya que aquí es donde los temas de la propiedad intelectual se complican.
En términos del sector, lo que utilizaron tanto Cardiff como Compaq fue un diseño en sala limpia. La idea es “copiar” algo a través de ingeniería inversa. Una vez se consigue dicho algo (en este caso la BIOS), se escriben unas especificaciones generales sobre él. Después entra en juego otro equipo distinto, que no ha podido tener contacto con el material descubierto, e intenta recrearlo a partir de las especificaciones que les entregan los primeros. Esta recreación, al no partir del original sino de unas especificaciones, no infringe el copyright.
El caso fue especialmente interesante porque IBM, consciente de que esto era una posibilidad y sabiendo que el utilizar componentes genéricos daba aún más facilidades, publicó el código fuente de su BIOS en todos los manuales de reparación donde tuvo la oportunidad (lo que se conoce como “envenenar el pozo”). Así, si alguien después construía otra basándose en él, podía demandarles. Compaq trabajó con dos equipos: por un lado, el equipo “contaminado” que escribió la especificación utilizando la técnica “black boxing” (básicamente, tratando la BIOS como una caja negra e ir probando todas las combinaciones de entrada para ver todas las combinaciones de salida), y el equipo “limpio” que recreó la BIOS basándose en dicha especificación.
Así se cumplían los requisitos: nadie que hubiera leído el código de IBM podía diseñar la BIOS de Compaq, pero sí que se podía hacer partiendo de unas especificaciones genéricas. Si lo copiabas directamente, te demandaban y perdías. De esta forma, con el truco del “diseño en sala limpia”, evitaron problemas legales. Compaq consiguió el primero de los clones, aunque luego llegaron muchos más. En la serie ocurrió lo mismo con Cardiff. Aquí existe un artículo bastante interesante que profundiza sobre la ingeniería inversa utilizada dentro de este ámbito.
Desde las BBS, la guerra de navegadores, llegando a competir con un Yahoo ficticio.
Nuestros protagonistas, realizan un viaje que nos lleva a repasar, como era el mundo antes de Internet.
Cuando lo más cerca que se tenía, como experiencia online, era acceder a las BBS o Bulletin Board System (en español Sistema de Tablón de anuncios) que fueron populares en las décadas de 1980 y 1990 ya que permitía a los usuarios participantes conectarse a través de una línea telefónica a una red donde podían ver y consultar distintas informaciones que publicaban usuarios participantes. Actualmente, es de fácil acceso por medio de telnet.
Las primeras webs, la guerra de navegadores, NetScape, Internet Explorer, hasta terminar con la batalla por hacerse con las búsquedas online.