¿Qué refleja este informe?
El año 2020 ha supuesto un antes y un después en el mundo en que vivimos. Por primera vez en tiempos recientes una pandemia global ha obligado a confinar a gran parte de la población mundial y a limitar el libre movimiento de las personas. Gracias a las tecnologías digitales, una parte nada desdeñable de la actividad económica pudo seguir funcionando en las redes y el teletrabajo se convirtió en norma para garantizar la continuidad. España ha superado la prueba de fuego que ha impuesto la crisis, lo que ha puesto en evidencia la robustez de sus infraestructuras de comunicaciones, que han sido capaces de soportar un súbito e inesperado aumento del tráfico en la red.
La presente edición del informe Sociedad Digital en España se adentra en el análisis de los efectos de la COVID-19 sobre los hábitos tecnológicos de las empresas y los ciudadanos españoles, y refleja, a la vez, el estado de desarrollo de las infraestructuras y los servicios de telecomunicaciones, así como el grado de avance en la innovación y el despliegue de las principales tecnologías de vanguardia.
Como en años anteriores, este trabajo parte de tres fuentes de información: la procedente de los principales indicadores sobre el ecosistema digital, tanto nacionales como internacionales, otra que emana de las encuestas a clientes de las unidades de negocio de Telefónica y, finalmente, una visión territorial desde las comunidades autónomas.
Sociedad Digital en España pretende reflejar el camino que está siguiendo nuestro país para convertirse en una sociedad en red, una transformación que se ha visto acelerada por la crisis sanitaria que presenta numerosos desafíos, el más importante de los cuales es conseguir que nadie se quedé atrás, garantizando una transición inclusiva.
Resumen del informe sobre la Sociedad Digital 2020 - 2021
El año pasado todo cambió. Así lo recoge el subtítulo de “Sociedad Digital en España 2020-2021″, una edición muy especial del informe con el que Fundación Telefónica lleva más de veinte años radiografiando la transformación de la sociedad y la economía en nuestro país.
Vivimos una experiencia de teletrabajo masiva. De un día para otro todo el aprendizaje tuvo que ser online. Empezamos a familiarizarnos con la telemedicina. La relación con la Administración también se volvió más digital que nunca y, entre otras cosas, ésta se vio obligada a articular certificados de defunción online. A las empresas de todos los tamaños y sectores no les quedó más remedio que acelerar su transformación y lo disruptivo empezó a ser parte de la normalidad. Cosas que sabíamos que eran importantes se convirtieron en urgentes.
Lo que nos hace más humanos también se intensificó: el tráfico de voz móvil se incrementó un 45% cuando llevaba años estabilizado entre el 1 y el 2%. Necesitamos distraernos con carácter urgente frente a tanto dolor y desconcierto -un ocio distinto, claro. Luego, cuando pudimos, aprendimos a leer los menús de los bares a través de códigos QR…
El COVID-19 impulsó la innovación frente a la adversidad y se ha producido un cambio de mentalidad. La pandemia nos ha hecho entender que no tenemos una vida digital al margen de “la otra”, sino que nuestra vida es cada vez más digital y esa misma frontera se diluye en la economía. Ha sido como un tsunami que ha acelerado la digitalización en todos los órdenes de nuestra existencia y la ha insertado en el ADN de empresas y Administración pública.
La recuperación pasa por una digitalización sostenible
“Sociedad Digital en España 2020-2021” es clave para ver las tendencias que intuimos plasmadas en indicadores concretos y añade, además, una visión cualitativa a través de la mirada de expertos de primer orden. El resultado son más de 600 páginas frente a las 200 o 300 habituales, con nuevos parámetros y perspectivas, que ayudan a un diagnóstico correcto y a construir mejor el futuro con políticas basadas en datos y evidencias. Y el dictamen es que la recuperación pasa por una digitalización sostenible.
Tres aspectos claves, con la conectividad en la base
Así lo apuntó Sergio Oslé, consejero delegado de Telefónica España, que llamó la atención en el encuentro -una de sus primeras intervenciones públicas- sobre tres aspectos:
1 – La importancia de la conectividad y la calidad de la que tenemos en España. Se convirtió en nuestro cordón umbilical en los momentos más difíciles y su capacidad y resiliencia han permitido que no hubiera problemas con el uso masivo de la red, pese a un espectacular aumento de la demanda de ancho de banda (47%), del tráfico móvil de datos (60%) y de la voz, como veíamos. Gracias, entre otras cosas, a la apuesta de Telefónica por la fibra y 5G, tenemos una de las redes más avanzadas de Europa y del mundo.
2 – La aceleración de la digitalización de personas y empresas. “Sociedad Digital en España 2020-2021” recoge que el número de usuarios que entran varias veces al día en Internet en España ha crecido seis puntos en solo un año. Nuestro país destaca en el mundo por implantación de la mensajería instantánea. Más del 50% de personas de entre 18 y 74 años ya usan o han usado alguna vez el comercio electrónico. En entretenimiento Sergio Oslé destacó que la televisión de pago llega a 8 millones de hogares, algo impensable hace un lustro, dijo.
3 – Y el tercer punto sobre el que llamó la atención fue que la transformación digital debe pivotar en torno a las personas. Durante la pandemia, además de acelerarse la digitalización, se ha ampliado la brecha entre quienes estaban digitalizados y los que no. Es necesario trabajar desde la colaboración público-privada para que la transformación digital no deje atrás a nadie y mencionó el Pacto digital de Telefónica a modo de ejemplo.
Un cambio inclusivo y ético
La pandemia deja distintas realidades en los diferentes países. Datos del Banco Mundial reflejan que en los países en desarrollo se ha retrocedido una década y el PIB va a bajar cinco puntos. En España la situación también difiere para grandes empresas y pymes. Las primeras han podido instalarse en el mundo digital, aunque con dificultades, con cierta facilidad porque ya llevaban tiempo embarcadas en su transformación. Las segundas, aunque ahora son más conscientes de la necesidad de hacerlo, requieren apoyo para sumarse al proceso a la misma velocidad o para que ésta sea cada vez más creciente.
Dado que la tecnología forma parte de la solución para la reconstrucción, grandes empresas y Administración pública deben ejercer un efecto tractor de la digitalización del resto del tejido empresarial.
Protagonismo de las distintas tecnologías en “Sociedad Digital en España 2020-2021”
Los planes de transformación han proliferado -sobre todo entre las grandes compañías. De tenerlo un 26% hace tres años ahora alcanzan a un 70%, aunque la adopción va más lenta.
Dificultad para encontrar el talento necesario
En cuanto a las trabas para implantar estas tecnologías disruptivas, en primer lugar aparece como una constante la financiación, pero el segundo motivo tiene que ver con la dificultad para encontrar el talento que ejecute la transformación. Esto representa un gran desafío para el sistema educativo y también entender que la formación debe durar toda la vida: el talento se crea y se desarrolla.
Pablo Gonzalo mencionó que hacía falta un esfuerzo en este sentido por parte de todos (estudiantes, docentes, sociedad, Administración y empresas), porque en capital humano no estamos tan bien posicionados como en infraestructura. Y hay que elevar este ranking, incrementando las competencias digitales, para aprovechar las ventajas de la transformación.
Hacia un peso del 40% de la digitalización en el PIB en 2023
Se dio el dato de que la actividad digital en España ya representa una aportación del 19% al PIB, si bien Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e inteligencia artificial, en la clausura de la presentación de “Sociedad Digital en España 2020-2021” señaló que es preciso pasar de esta contribución actual a un 40% a finales de 2023, en línea con Europa.
Artigas hizo una valoración positiva en general de nuestra adaptación a esta crisis y mostró optimismo y confianza en la capacidad de que desarrollemos, como sociedad, una inteligencia colectiva, que vaya de la mano de la colaboración pública-privada.
Pero señaló que hay que abordar bien los números para que la digitalización sea dique de contención de la desigualdad y verdadera fuente de progreso y bienestar social.
Se refirió, por ejemplo, a que si bien las habilidades digitales avanzadas de los españoles han avanzado cinco puntos (un 40% ya las tiene), más de un tercio de la población carece de las básicas, con lo cual la digitalización agranda la brecha si no hacemos nada por corregirlo.
Estamos cerca de la media europea del teletrabajo -continuó- pero tenemos que quedarnos con sus bondades (conciliación, vertebración del territorio…) y no con los errores que se han cometido por la urgencia de su adopción.
Más ejemplos: el comercio electrónico ha experimentado un boom pero las pymes solo han capturado un 10 por ciento. «En definitiva -sentenció-, España debe ser país de creadores y generadores de negocio en lo digital (incluidas las pymes), no solo de consumidores digitales».
Planes de reconstrucción estructurales
Para ello, explicó que el Gobierno va a dedicar aproximadamente un tercio de los fondos de recuperación a la transformación digital.
Pero la tecnología no es el fin sino el medio. Es urgente combatir las brechas competenciales, socieconómicas y de género, destacó. «Tenemos que salir de la pandemia no en el punto en el que entramos sino mejor posicionados para los retos del futuro. Por eso los planes de reconstrucción deben ser estructurales, no coyunturales. Somos una generación de transición a caballo entre un mundo que ya no funciona y otro que aún está por definir. Debemos resolver dos problemas claves: el del cambio climático porque, si no, no habrá un planeta b para la próxima generación y los problemas éticos y humanistas de la tecnología: sentar la arquitectura de principios y valores alrededor del desarrollo tecnológico, o no habrá otra oportunidad de hacerlo», afirmó Carme Artigas.
Entre las medidas destacó:
- Plan nacional de competencias digitales
- Plan digitalización de las pymes
- Carta de derechos digitales
Si los datos nos permiten tomar mejores decisiones, “Sociedad Digital en España 2020-2021″ es una valiosa herramienta de cara a la recuperación, casi un «informe de cabecera» en este momento.